Prólogo
Hoy en día con tantas enfermedades y trastornos solos nos espera un mundo de fármacos como cura, a veces solo son de forma paliativa para las enfermedades crónicas, aveces son solo una solución a precio de tal vez dañar de algún modo el organismo con sustancias artificiales.
Las hierbas medicinales son la cura de muchas enfermedades comunes de forma alternativa y segura, muchas veces después de hacer una terapia, la cura es de forma permanente sin efecto rebote.
Todo ser viviente necesita de ciertas sustancias para subsistir, pero si con los años vivimos con ciertas carencias en el organismo, y ingiriendo ciertas sustancias artificiales que lo dañan solo esperaremos un envejecimiento temprano del organismo. Acumulando saborizantes, Gelificantes, Espesantes, y Estabilizantes, Emulsionantes que ningún provecho hacen a nuestro cuerpo.
Si en vez de eso añadimos sustancias beneficiosas al organismo, para que los procesos regenerativos funcionen como tal, de ese modo evitaremos el acumulamiento de radicales libres que tanto daño produce en el organismo y que a veces se convierten en problemas de salud irreparables.
Una de las sustancias básicas es el silicio, la misma sustancia que está en los arboles y permiten que ellos se muevan con el viento sin quebrarse. Esta sustancia interactúa con la piel dándole nuevamente elasticidad, frena la artrosis y te vitaliza por entero.
Y el alga Chlorella, que imita la hormona de crecimiento humano: protege además la masa muscular que va perdiéndose a partir de los 50 años.
Y que si hablamos de los huesos, el romero, ortiga, jengibre o abedul entre tantas otras hierbas que curan los dolores óseos producidos por artritis, artrosis, lumbago, reuma, ciática entre otros.
O el uso tópico (uso externo) de la Caléndula o Maravilla hace una maravilla en la piel, quitando manchas, rejuveneciendo la piel, recuperando la tonicidad y elasticidad de la piel.
Además de lo bien que hacen para la salud en consumo de Germinados de la mayoría de las legumbres, ya que aporta 4 veces más proteínas, en especial A, B, C, E y K-, minerales, enzimas y clorofila.
Por ejemplo el germinado de trigo, contiene hasta seis veces más vitamina B que la semilla, posee B6, B12 (difícil de encontrar en los vegetales), B17, C, E, ácido fólico, pantoténico, además de colina. También poseen calcio, hierro, magnesio, cobre, cinc, yodo, potasio junto con los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para formar las proteínas necesarias para restaurar sus tejidos.
Y se podrían seguir enumerando algunas hierbas y alimentos que tanto bien hacen para el cuerpo.